domingo, 6 de febrero de 2011

De la (lamentable) violencia

Pensando en la sociedad, el mundo que nos rodea, y todo eso, uno más o menos, puede ponerse a analizar y sentirse indignado de lo que vivimos hoy en día; pero de todas las cosas que me indignan, la violencia es lo peor; quizás hoy más que nunca por hechos que sucedieron. Violencia sin sentido, mentes enfermas (porque no creo que haya otra definición a la frase, vamos a darle a estos tres), conciencia inexistentes, y lo peor de todo el desprecio por otra persona, no puedo imaginar que más puede pasar.

Seguimos encerrados en una prisión de egoísmo, vanidad y desprecio, envidia y odio sin sentido, seguimos engendrando más violencia, y siento que llegamos, o estamos llegando a un punto sin retorno, la vida ya no nos pertenece, o eso me hacen sentir, mi libertad está condicionada (y la de varios también) a todo ese sentimiento rencoroso alojado en las mentes de algunos pocos.

Sinceramente no veo un cambio, y diga lo que diga, escriba a lo que escriba, es en vano, pero todos juntos deberíamos algo cambiar… Sigo pensando que es la única manera, pero seguimos hundiéndonos en lo mismo…

Ninguna salida es fácil, menos la correcta, ninguna solución es rápida, sino que se necesita de tiempo y dedicación. Palabras más, no van a empeorar más la situación, pero quedarse quieto tampoco la van a mejorar…

Nos gobierna la envidia, el egoísmo, muchas veces la desesperación, pero ninguno es justificación para la violencia y el odio, nada lo justifica, pero así seguimos, ciegos, y vamos abriendo los ojos cuando nos toca de cerca, o muchas veces es tarde para tomar partido, y evitar lo que se podría haber evitado con una conciencia más humana.

Hoy miramos de lejos, y nos lamentamos, repudiamos, mientras no nos pase, pero seguimos en el riesgo de la incertidumbre…

Sin fuera fácil entender que para otro ser humanos no hay nada mejor que otro ser humano, las cosas serian muy diferentes…

Cesar Damian Martinez

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