domingo, 11 de julio de 2010

De El instinto

En que momento el instinto es más fuerte que la razón? Desde el momento en que nacemos…

No hay duda de eso, es el instinto el que nos mueve, el que gana, y el que manda, es incontrolable en una noche de lujuria junto a la más hermosa de las doncellas, es el que nos guía al placer de mezclarse entre su piel, tan natural y preciosa como el metal más puro de la tierra… (Eso es una apreciación personal de lo que se me ocurre, pero es mucho más).

El instinto duerme, se despierta y te controla, no somos más que un títere… nuestro cuerpo es la herramienta, y solo controlamos lo que creemos primordial, pero no es así, solo controlamos la máscara que ponemos delante, somos la naturaleza salvaje, en un estado domado.

Pero cuando el verdadero ser despierta, cuando la sangre hierve, cuando besamos, abrazamos, cuanto te acariciamos, la adrenalina que recorre tu cuerpo es el estado puro de salvajismo que enjaulamos, y que no mide consecuencias, y podemos ser tan peligrosos, como placenteros, y no hay límites entre crear vida, o destruirla también, es un doble filo en ciertos casos, tan simplemente por el instinto que nos gobierna…

Es imposible escapar a la naturaleza de lo que somos, y domarla trae consecuencias, tenemos la razón, pero pocas veces la usamos cuando realmente se requiere (raras excepciones)…

Nacimos salvajes, nacimos primitivos, disfrutamos de la vida, de la naturaleza, de la tierra, de sus placeres, y de sus creaciones, de los 5 o 6 sentidos que tenemos para percibirla; pero muchas veces la razón nos privo de todo…

Pero no dudo en encontrar el punto justo, donde la capacidad que tengamos, la usemos para disfrutar las consecuencias que dejemos… Porque nuestra imaginación y creatividad es parte de nuestro instinto natural…


Cesar Damian Martinez

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